La histórica dirigente sindical se mostró traicionada por algunas actitudes, fundamentalmente por parte de la Federación a la que perteneceía. “Me siento humillada” sentenció.
Tras muchos años en la dirigencia sindical del sector que nuclea a los trabajadores municipales, Liliana Gutiérrez decidió dar un portazo en su cargo de máxima autoridad de la Asociación de Trabajadores Municipales.
“Renuncié por una cuestión de dignidad”, sostuvo la histórica dirigente indicando además que también dejó el cargo de secretaria de la Mujer de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales de la Provincia, en el que se desempeñaba desde hace 15 años.
Liliana Gutierrez sostuvo que se negó a aceptar el “doble comando” que implicaba la llegada al sindicato de Alejandra Santana como “colaboradora”, hecho al que sintió como una imposición “Me siento humillada”, expresó y aclaró que ya dijo a los implicados “todo lo que pensaba”, precisó.
En el diálogo con la prensa local indicó: “Quise un pase sino consensuado por lo menos prolijo”, y detalló que antes de renunciar, el 17 de mayo, mediante telegramas a la Federación, al Ministerio de Trabajo y al intendente, se aprobaron Memoria y Balance y pagó a los proveedores.
“Hay dinero en el banco, yo ya no puedo firmar ni retirar cheques, la Federación tiene que tomar una decisión, pondrán un normalizador o normalizadora, supongo que si la convocaron a la compañera…”, consideró.
Junto a Gutiérrez, también presentaron su renuncia los secretarios de Acción Social y el de Finanzas. “Esto no cayó bien entre los compañeros”, dijo Liliana Gutiérrez y despejó dudas: “Estoy bien, no estoy enferma ni nada, me fui por dignidad, sé que trabajé para el bien de los municipales”, afirmó.