Apenas puso en pie sobre la vereda del Palacio Municipal, Juan Díaz, un dirigente social de nuestra ciudad e integrante de la Iglesia Evangélica, tomó contacto con el vicegobernador de la provincia, Daniel Salvador. Su intención era entregarle en mano dos misivas, una para él y otra para el ministro de Desarrollo Social, Santiago López Medrano. Sendos pedidos contenían las mismas. La primera de ellas era ayuda para el proyecto que ha comenzado en el barrio Unidad y Progreso, más precisamente en 26 y 55. En ese lugar puso a funcionar un merendero que lleva el nombre “Gotas de un diluvio” en referencia a una frase que durante la campaña de 2015 había esbozado el ingeniero Lucas Fal. Díaz comentó que el merendero había comenzado con pocos niños pero que la demanda fue creciendo conforme la situación económica y social del país. “Ha sido un día muy especial, Dios ha estado del lado nuestro, pude entregar un petitorio en mano al vicegobernador Salvador. Hemos pedido alimentos para distintas iglesias evangélicas y para el merendero “Gotas de un Diluvio”, porque hace falta y mucho para la barriada. Hemos hablado bastante, entendió mucho la situación, me dijo que iba a haber una respuesta favorable y también hemos pedido mobiliario, elementos de cocina, mesas, sillas que también nos hace falta… Nos atendió amablemente y nos adelantó que vamos a tener una respuesta a la brevedad”, dijo en diálogo con Protagonistas. Agregó que resultaba muy alentadora esta recepción, “porque venimos trabajando hace mucho en esto y que nos escuche el vicegobernador nos llena de felicidad, porque hay muchas necesidades”, añadió. La otra carta dirigida a López Medrano tiene relación con un proyecto que considera muy positivo y es la posibilidad de tener desde la comunidad religiosa, “nuestra propia escuela y jardín cristiano, creemos en ese proyecto. Detrás de esto hay gente muy honesta y muy capaz, confío en que este va a ser un año muy bueno para nosotros”, aseguró con optimismo.