Julia Elena de Paola

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“En casa se respiró siempre aire de política, con mi viejo dirigente de la U.C.R. Hoy me encuentro gratamente involucrada y estoy segura de ser un buen referente para la gente. Tengo una hermosa familia y trato de vivirla con felicidad”.

Julia Elena de Paola, 44 años, abogada, política, casada con Sebastián “Tatian” Rossi, abogado. Tres hijos; Catalina (19), estudiante para la Licenciatura en Ciencias Sociales; Amadeo (17) e Hipólito (14), ambos estudiantes en el Colegio San Patricio. Hoy nos cuenta algo de su vida,  experiencias, sus gustos, sus cosas…

¿Dónde naciste…?

Nací en Mercedes y mi familia residía en uno de los departamentos del edificio del Colegio de Abogados en 29 y 24, pero a mis 2 ó 3 años nos mudamos a la que ha sido mi casa de siempre y en la que actualmente vive mamá, en 24 entre 21 y 23.

¿Tu familia…?

Somos cuatro hermanos. El mayor es Domingo, tiene 46 años y ejerce su profesión de abogado. Le sigo yo,  luego Santiago, de 39 que es médico veterinario y Matilde (34), Doctora en Biología. Nuestro padre, también abogado, se llamaba Domingo y tenía al fallecer, en 1999, 52 años. Mamá es también abogada y se llama Mónica Tisnés. Solo sobrevive de nuestros abuelos, Matilde Gaynor  Morrow, “Nany” la materna. Los otros eran Dalio de Paola, Aida Schavi a quien llamábamos “Rolo” y el abuelo Juan Alberto (Tisnés).

¿Buena relación con tus hermanos..?

Muy buena y una suerte de mayor complicidad y vivencias con Domingo, que estudió en la UBA como yo  y con quien compartí muchísimas horas y días en CABA, ocupando el departamento de una tía, Silvia, en Austria y Las Heras. Durante esos años, íbamos juntos a hacer las compras en el “super” los lunes, después de cursar, para completar las cosas que nos preparaba “Rolo”, como las milanesas, que nos aliviaban la semana.

¿Dónde cursaste los estudios primarios y secundarios…?

Pese a que la intención de mis viejos fue de que lo hiciese en la Escuela Normal “Justo José de Urquiza”, no tuve suerte y como la demanda de matrículas era mayor que las vacantes, pasamos por el sorteo y no se me dio la bolilla blanca, que era la que determinaba el sí o el no. Fue cuando me inscribieron en el Colegio “Nuestra Señora de la Misericordia”, cosa que a decir verdad y casi de inmediato, me resultó fantástico. El Jardín lo hice en el que llamábamos el de la 17. (Nº 1)

¿Tus  docentes…?

En el cuerpo docente estuvieron durante las dos etapa entre otros, Silvia Bani, “Mary” Zamorano, Karina Puricelli, “Gaby” Mazzuca, Osvaldo Mónaco, “Nenín” Filippi, “Goga” Siri, “Pelusa” Zambrano… (siguen).

¿Compañeras…?

En lo que hace a compañeras, los cursos eran muy numerosos, de modo que voy a nombrar a varias, esperando no ser latosa (se ríe); Celina Révora, Soledad Moya, Soledad Pistone, Silvina Leiva, Romina Silva, Ruth Pollero, Juanita Larraburu, Guadalupe Espil, Ángela y Silvina Bereterbide Luciana Lagiard, María Killemeate, Celeste Vila, Florencia Giacchino, María Lía Prina, Yanina Giarelli, Silvina Leiva, Andreina Giampaolini, Susana Oreja Celeri, Claudia Garay, Jacquelin Bereterbide, Lía Gouarderes, Georgina Mosca, Emilia Sarlaregui, Lourdes Rubiero, Florencia Montenegro, Clara Lima, Lucía Muraca, Laureana Acuña,… (siguen). Con varias de ellas pasamos mucho tiempo de la adolescencia de sábados de mate y pijamadas en el estudio de Roberto Révora.

¿Amigas de la vida…?

Mucho y seguramente no podré mencionar a todos, pero algunos de ellos son Rosario Gallo, Mariana Dulevich, “Peli” Romero, Patricia Pepe, las Bereterbide, Inés, Catalina y Dolores…

¿Entrañables…?

Algunos nombres se repiten, pero es inevitable; Luciana Révora, Ángela y Silvina Bereterbide, Yanina Giarelli, Victoria Azzatto, Guadalupe Espil, mis primas Silvia (Doratti), Magdalena ( Tisnés) y mi hermana Matilde. 

¿Cuándo decidiste seguir tu carrera universitaria…?

Ya próxima al egreso, nos hicieron un “test” vocacional y recuerdo que resulté con facilidad y cierta inclinación a cosas distintas, abogacía y arquitectura. Para iniciarme en Derecho, me inscribí en la UBA en 1993, terminando de cursar a fines de 1999, año en el que justamente falleció papá a quien no pude mostrarle mi título.

¿Trabajaste mientras estudiabas…?

Sí, porque salvo durante el CBC y el primer año de carrera, siempre pude trabajar. Primero en el estudio de abogados de los Dres. Mariano Cúneo Libarona y Hugo Pinto. Luego hice varios años de la carrera judicial en el Tribunal Oral Federal de San Martín, a cargo del Dr. Marcelo Heredia y finalmente, previo renunciar a mi cargo, vine a Mercedes debiendo iniciar mi carrera desde cero. En el Juzgado local, tuve de compañeros a Analía Bories, Mariana San Martín, el “Flaco” Vallejos, Roberto Giacchino,  el “Negro” Parra,  “Pelado” Gómez,  Elvio Branchini,“Miguelito” Ariño…

¿Cuándo hace que estás casada…?

Este año vamos a cumplir 20 años de casados con “Tatian”, que ha sido desde siempre amigo de mi familia y una relación muy estrecha con mi hermano Santiago que es veterinario y por los temas del campo y esas cosas. Cuando “Tatian” quedó viudo de Andrea, por esas cosas que son de la vida, nos comenzamos a tratar más y venía mucho a Mercedes. En una oportunidad me invitó por medio de Santiago a que fuera a su casa y eso terminó siendo el principio de lo que es nuestra familia.

¿La boda…?

Fue en la Parroquia San Patricio el 10 de septiembre de 1999 al mediodía, en ceremonia que ofició mi tío Eduardo (de Paola) y viajamos de luna de miel al sur de Estados Unidos. De regreso nos instalamos en Buenos Aires por poco tiempo y decidimos venir a Mercedes para ocupar una casa en 21 y 20 por tres años creo. Si bien los tres chicos nacieron en CABA, ya estábamos aquí  cuando llegaron los varones. Hoy vivimos en 20 e/ 17 y15.   

¿Cómo son tus hijos…?

Catalina es alegre, muy sensible y de enorme personalidad. Amadeo es absolutamente tranquilo, pensante y sabe lo que quiere. Hipólito por su parte es “agotador”, todo energía y alegría.

¿Hiciste política durante la etapa universitaria…?

Aunque hubiese querido hacerla, no podría dado que como te dije estaba trabajando y a decir verdad, enfocada de lleno en eso y los estudios que no descuidé. De cualquier modo, en casa se ha respirado desde siempre aire de política y eso no me hizo ajena.

¿Cómo está viviendo los tiempos de hoy…?

Es un momento muy especial, porque siento que puedo hacer algo en esa materia y al menos no voy a quedarme sin intentarlo. Por mucho tiempo hablé con mi papá y me contó de sus experiencias. Creo que es bueno eso de comprometerse, porque es una manera de intentar al menos, nuevas propuestas con destino a la sociedad en general. Si eso se me hace posible, no tengo duda de que no voy a cejar en mi empeño por hacer lo mejor.

Fuera de juego

Soy hincha de San Lorenzo.

Me pueden los platos y comidas saladas. El vino me gusta Tinto (Malbec). 

Un amigo especial, entre tantos que tengo es el “Gordo” Alfonso Espil.

Soy demasiado exigente con el orden y eso suele ser molesto para otros.

Un don que puedo tener es el de comprometerme en todo lo que hago.

“Tatian” es generoso, alegre y gran protector.

Su personalidad lo hace por veces algo solitario.

Me hubiese gustado cantar y estudiar música. No lo hubiese hecho mal.

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