En 2019 se registran 21 bajas en lo que hace a la actividad comercial. Algo así como 5 por mes. La caída del consumo impacta en otros rubros. Los martilleros buscan que los grandes locales no se desocupen. Otras zonas se volvieron más atractivas para el comercio por sus valores.

Desde la propia Cámara Económica admiten que los inconvenientes con los alquileres y el incremento en las tarifas de los servicios son aspectos relevantes en la vida de un comercio, aunque en la actualidad la cuestión más letal es la caída del consumo. “No se vende nada”, asegura un comerciante de una de las principales calles céntricas de la ciudad. A muchos la crisis les ha ganado, aunque otros subsisten con diferentes estrategias. Pero en definitiva se trata de eso, de subsistir, de intentar que la tormenta pase y alguno pueda quedar en pie. El gerente de la Cámara Económica, Ariel Pietrucha, asegura que están muy preocupados, “hay mucha incertidumbre, no hay ventas, porque se nota la falta de poder adquisitivo, eso es mayoritariamente lo que está preocupando más allá de otras cuestiones que se vienen arrastrando como la carga impositiva y la suba de los servicios”, expresó. La caída del consumo como hemos dicho, ha pasado a ser el golpe de gracia. “Los comerciantes de la zona céntrica ven que la gente circula pero que son pocos o por no decir nadie, los que compran… hay mucha preocupación”, agregó el gerente de la CEM. Insiste Pietrucha que alquileres y servicios son cuestiones que agravaron la situación, “desde hace muchos años veníamos pidiendo baja impositiva, reclamábamos por servicios o baja en los alquileres, pero hoy lo que más preocupa es la caída del consumo, eso empeoró todo… los que tuvieron mayor respaldo económico pudieron aguantar un poco más, hay quienes agregaron cosas o productos para mantenerse, no para crecer, sino para mantenerse o subsistir. Otros cambiaron de rubro, algunos que han hecho una inversión comercial son los que han sufrido y han tenido que cerrar. No tenemos un número estimado para poder medirlo en números”, sostuvo el dirigente de la Cámara. Pietrucha considera que existe un mix de aquellos que cerraron, los que migraron y los que aún, “con espalda un poco más ancha”, soportan la crisis y subsisten.
Migraciones

Los valores inmobiliarios también han sido un factor importante para el cierre o mudanza de algunos comercios. No resulta el mismo valor en Calle 25 que en otras paralelas cercanas o pasando el primer cordón de las cuatro avenidas. “Se han armado como centros comerciales más pequeños en algunas calles…”, comentan desde la Cámara Económica. Pero algunos ni siquiera evaluaron migrar, simplemente cerraron. En lo que se refiere al plano de habilitaciones comerciales, hasta abril, en el municipio manejan 21 bajas, es decir un promedio cercano a los cinco comercios por mes. Cabe consignar que esto alcanza a la totalidad del partido y no se resume solo al centro comercial. El presidente del Colegio de Martilleros del Departamento Judicial, Luis Colao, admitió que el tema alquileres está muy complicado. “Se está trabajando para lograr que aquellos locales que están ocupados no se desocupen, porque cuesta muchísimo volver a alquilar esos locales. Del periodo recesivo que está viviendo la economía, con la caída del salario, hace que el consumo haya decaído. Por eso todo está difícil”, comentó. No obstante Colao remarca que en la expansión de diferentes barrios en la ciudad, se han generado algunas zonas comerciales autónomas, como el caso de la Calle 2, o la 10 más allá de 51, la 15 a partir de la 46, “hay zonas de comercio focalizadas, con alquileres mucho más bajos que en la zona céntrica… el problema está con los locales importantes que están en la mira de cadenas que están en retracción más que en una expansión. Todo tiene que ver con la recesión”, destaca. Para el titular de los Martilleros, si cae el consumo, el resto de la cadena se resiente en forma simultánea.