El empleado gastronómico encontró dinero en efectivo debajo de la mesa cuando los clientes se retiraron y no dudó en devolverlo. La acción tuvo dos episodios similares.
Para muchos, un ejemplo; para el protagonista de esta historia una situación natural, que no significaba su primera vez. Un empleado gastronómico de nuestra ciudad tuvo la pasada semana una actitud que le valió el reconocimiento de mucha gente. El motivo: encontró dinero y lo devolvió a su dueño.
La historia tiene nombre y apellido: Silvio Cabral. Mozo en el emprendimiento Vruta Gula, ubicado sobre calle 26 entre 29 y 27. Hace dos sábados atrás, un grupo de amigos decidió sentarse en una de las mesas que este comercio coloca de manera habitual sobre las veredas de Plaza San Martín. Era una mañana con clima agradable y con todas las mesas ocupadas. Tras consumir bebidas y unos sándwiches, los amigos emprendieron la retirada. Hasta la mesa, con la misión de recoger la vajilla llegó Silvio Cabral, y sobre el piso pudo divisar el dinero, que en realidad se dio en dos partes.
El propio Cabral contó a Protagonistas los pormenores de la situación. “Estaba atendiendo una mesa con cuatro turistas, al momento de pagarme la consumición les doy el vuelto, se paran enseguida, y es gente frecuente los fines de semana del ambiente de las motos. En el momento en que ellos suben a las motos se me dio de ir a limpiar la mesa y cuando corro una de las sillas veo billetes en el piso de color verde, me agacho, los miro y eran papeles de cien dólares, un “tokito”, me vuelvo, los llamo a los chicos para saber quién estaba sentado en esa silla, entonces les doy la plata, me agradecen y demás… se estaban poniendo el casco ya para salir, me vuelvo a la mesa y otro “toko” más de dólares, los alcancé a levantar y les hice seña porque ya salían los chicos. Y así fue que se los devolví también”, dijo a nuestro medio.
Si bien en los primeros momentos había trascendido que la suma de dinero estadounidense encontrada rondaba los 20 mil dólares, el mozo negó que fuera tanta la suma, “yo creo que no fue algo tan así, para mí no superarían los 3 mil dólares, no era mucho”.
En cuanto a la actitud de la acción realizada no dudó de lo hecho, confiando en que primero pensó que eran billetes de cinco pesos y la propina que se había caído al piso. “Cuando lo levanto me doy cuenta de qué se trataba, no atiné siquiera a contarlo y lo primero que hice fue mirar para ver si los chicos se habían ido o no” manifestó.
Consultado sobre si ya le había tocado vivir una hecho de estas características, respondió: “De devolver dinero, de ver que se le cae a la gente cuando paga, o saber que estuvo sentado fulano y encontrar dinero me ha pasado, quizás no en esta magnitud… esto fue diferente, ocurrió en sábado al mediodía, con todas las mesas llenas”.
Finalmente, ante la pregunta sobre si quienes habían perdido el dinero tuvieron la actitud de premiar la acción, Silvio respondió: “De eso no se debe hablar, no hace falta la propina. A mí me deja más tranquilo, me enorgullece haber tenido el gesto y más que nada el agradecimiento a todos ustedes que se toman la molestia en felicitarme, en saber cómo fue y dar a reconocer esta actitud, que seguramente cualquiera la hubiera hecho en algún otro negocio”