(Por Walter Anido)
Protagonistas mantuvo una extensa charla con el Dr. Marcelo Elizondo, uno de los asesores económicos más importantes de la Argentina. El ex titular de la fundación Export Ar es consultor de empresas nacionales e internacionales y hasta requieren su opinión diferentes gobiernos. La entrevista aborda y analiza el pasado reciente, la actualidad y las perspectivas para este año electoral.
“Si los candidatos serán Cristina y Macri se repite la discusión de hace cuatro años”. Bien podría ser el título de este artículo. Esta afirmación corresponde al Dr. Marcelo Elizondo y es una de las tantas que nos ha dejado en una reciente entrevista. El ex Director Ejecutivo de la fundación Export Ar, organismo que hoy no existe como tal, está actualmente alejado de la vida político partidaria. No significa que no observe de cerca los acontecimientos políticos que atraviesan la Argentina, pues necesariamente en su tarea de consultor de empresas en el escenario internacional, necesita saber qué rumbos se planifican desde las esferas gubernamentales. Durante la charla con el creador de la consultora DNI, requerida por empresas de todo el mundo y organismos internacionales, recorrimos el pasado inmediato y el futuro cercano. Como es habitual, Marcelo Elizondo deja conceptos y respuestas muy claras cuando analiza el marco económico de nuestro país y su impacto internacional. Sigue eligiendo a la ciudad de Mercedes como su espacio de descanso, aunque en la actualidad se considera un vecino más que disfruta de las ventajas que ofrece este lugar respecto de la vorágine de las grandes urbes. En la previa de la entrevista su teléfono suena en reiteradas oportunidades, y en algunos de esos llamados también lo requieren otros medios de prensa. La cadena de televisión americana Bloomberg insiste para hablar de negocios y un diario La Nación que está sobre la mesa del encuentro con Protagonistas, nos dan una clara pauta respecto de “a quien estamos entrevistando”. Pero Elizondo, aquel que cuando ni siquiera tenía 30 años se convertía en Diputado Provincial, mantiene esa sencillez pueblerina, la predisposición a conversar con los medios locales y una claridad conceptual que lógicamente puede ser compartida o no. Así se desarrolló esta interesante charla con Protagonistas:
- Hace mucho tiempo que no mantenemos una charla periodística y como ha dicho oportunamente el presidente en el país “pasaron cosas”… Como hombre y dirigente conocedor de la política económica, de los mercados internacionales, ¿cómo se podrían evaluar estos tres primeros años de Gobierno de Mauricio Macri y cuál sería la perspectiva para 2019 que plantea urgencias en el corto plazo?
- La Argentina es un país que tiene muchos problemas y que los viene arrastrando desde hace muchos años. Por eso la economía es tan cíclica, crece un poquito un año, al año siguiente decrece… y después vuelve a crecer y a decrecer. Es un país que tiene muchas contradicciones, muchísimo potencial, gente formada, recursos naturales, una cultura, una extensión, pero tiene muchos problemas arrastrados de un sector público sobredimensionado, cuando el Estado es grande le quita recursos al sector privado a través de impuestos, inflación, tasas de interés. Eso desalienta la inversión y hace que se produzcan menos bienes y servicios, se creen menos empleos de calidad, entonces como estamos en un ciclo por lo tanto la evaluación es que la Argentina sigue dando vuelta detrás de esos problemas, creo que el Gobierno actual tiene una agenda de reconocimiento de los problemas históricos de la Argentina… un país que tiene que invertir más, que se tiene que vincular más con el mundo, que tiene que estabilizar sus variables macroeconómicas, pero sin embargo ha tenido problemas en la implementación de los instrumentos para corregir esas dificultades. Por lo tanto estamos en una senda donde si uno escucha al presidente dice, en mi opinión está acertado, pero en las concreciones y resultados todavía estamos lejos de lo que deberíamos aspirar.
- Estamos acostumbrados a escuchar la palabra “herencia”, la pesada herencia… No obstante en tres años no se ha podido mejorar un solo índice de los que supuestamente heredó el actual Gobierno nacional, léase Inflación, pobreza, riesgo país, producción y empleo… y podríamos seguir con una larga lista. Pero se le dice a la población que esas soluciones están en el horizonte, allí adelante, aunque siempre lejos…
- La verdad es que Macri no ha creado ninguno de los problemas que tiene, pero no ha podido corregir ninguno de los problemas que heredó. Creo que los principales problemas de la Argentina tienen que ver con un Estado sobredimensionado, un sector público demasiado grande y muy difícil de financiar para los particulares que pagamos muchos impuestos, que sufrimos inflación, que tenemos una economía que no crece también por eso, entonces efectivamente en tres años tenemos alta tasa de interés, alta tasa de inflación, impuestos altos… la economía no ha crecido. Desde 2011 hasta acá la economía está estancada, un poquito mejor un año, un poquito peor otro…Creo que se han tenido muchas dificultades políticas en implementar reformas, en generar capital político para reformar, ha tenido dificultad técnica en los equipos de Gobierno, y me parece que la sociedad argentina es reacia a muchos de esos cambios y para eso se necesita un liderazgo muy contundente, hasta a veces contrapolítico. Tres años del Gobierno del presidente Macri y todavía las variables no están ordenadas.
- Pero siempre se duda acerca de la viabilidad del modelo económico. Con volatilidad cambiaria, con tasas de interés muy altas que desalientan inversiones y tornan más conveniente el mercado financiero. ¿Es viable la economía de hoy en la Argentina?
- Con las variables de hoy. No podes vivir con una inflación del 47 por ciento como la que tuvimos el año pasado, la tasa interés del Banco Central que tiene casi el 60 por ciento, con tasas de pobreza del 30 por ciento, con tasas de desempleo de casi 10 por ciento… Es muy difícil vivir así. Aun así somos el país de la región con presión impositiva más alta, es como que estamos estancados. Creo que para la viabilidad económica hay que corregir muchas cosas. En primer lugar el tamaño del sector público porque es muy difícil para los que estamos en el sector privado financiarlo, en segundo lugar hay que contribuir a mejorar las regulaciones que afectan la economía. Argentina todavía es un país muy trabado por regulaciones, reglamentaciones, restricciones legales, entre ellas habría que simplificar el sistema impositivo, habría que tener una legislación laboral más flexible y dinámica, eso tiene que llevar a ordenar esas variables macroeconómicas, no tener déficit fiscal, o sea que el Estado no tenga que endeudarse para financiarse… bajar la tasa de inflación, eso bajaría la tasa de interés. También creo que hay que internacionalizar la economía Argentina, que recibe pocas inversiones del exterior, exporta poco, hay que vincularse más con el mundo. Todo eso requiere un paquete de políticas económicas integral, si no se corrige eso no es posible vivir para siempre con las variables económicas que tenemos hoy.
- Desde tu consultora, cuando toman contacto inversores externos, ¿recomendás invertir en Argentina?
- Yo trabajo para algunas empresas argentinas y para algunas extranjeras… incluso suelo ser convocado para ir a hablar al exterior sobre las posibilidades de invertir en la Argentina. Estuve hace poco en Brasil, en Uruguay, fui a China y Alemania hace unos meses. Yo digo siempre cuando me convocan: hay algunos sectores en la Argentina donde vale la pena invertir. En energía por ejemplo. Hoy Vaca Muerta está generando inversiones porque está el recurso y hay potencial. El agro es un sector que aún con dificultades sigue siendo uno de los más competitivos del mundo, en su rubro funciona. Ahora en otros, esos que dependen del consumo doméstico del mercado local, ahí diría que esperemos que las variables se ordenen, que baje la inflación, que el sistema impositivo no sea tan complejo, que la legislación laboral no sea tan riesgosa, que el sector público pueda ser más sostenible en el tiempo con números más equilibrados… entonces depende de los rubros.
- ¿Y qué podemos esperar de soluciones como estas para 2019? ¿O todo seguirá de igual modo?
- Creo que sin cambios de fondo es difícil…
- Es decir no esperemos que lo que no sucedió en tres años pueda acontecer en pocos meses…
- Lamentable la Argentina tiene el sistema electoral con elecciones que se extienden en el tiempo. Vamos a tener primarias en agosto, elecciones provinciales y de primera vuelta nacionales en octubre y de segunda vuelta en noviembre. Es un año electoral y eso impide que se tomen decisiones políticas incómodas y antipáticas. La verdad es que la Argentina debe tomar decisiones políticas que no son las más cómodas, pero que si no las toma vamos a seguir con la incomodidad de la inflación, de las tasas de interés, de la economía que no crece… El año 19 va a ser mejor que el 18 pero no va a ser un gran año económico. La inflación va a ser más baja, andará alrededor del 30 por ciento, probablemente la tasa de interés va a bajar un poco, el dólar tiene todas las condiciones para estar estabilizado… dependerá de si se pone nervioso el mercado por la campaña electoral, si se siente amenazado o no. Pero si no hay amenaza que ponga nervioso a los operadores financieros el dólar debería estar estabilizado porque hay dólares en la Argentina que entraron gracias al Fondo Monetario Internacional. Probablemente tengamos la misma matriz económica con un poquito más de organización… tal vez una economía que no crezca, pero sin una recesión tan profunda como la que ha pasado.
- ¿Cuánto de realidad tiene el comportamiento de los mercados de acuerdo a los escenarios políticos electorales que puedan presentarse?
- En Argentina la política influye mucho. Es un país muy politizado, y la Argentina tiene cosas que no tienen otros países y es que si cambia el Gobierno cambian mucho las condiciones para el inversor. Entonces el inversor se fija en la política. Si uno considera que ha habido Gobiernos que han incumplido la deuda pública, que han confiscado depósitos, que han modificado contratos que inversores que han venido a la Argentina habían firmado y después se los modificaron unilateralmente, que tiene volatilidades enormes como que pueda cambiar el tipo de cambio cien por ciento en dos meses. Eso modifica muchísimo las condiciones de operación de una empresa. Una empresa extranjera que piensa que en Latinoamérica la inflación es muy baja, 4 a 5 por ciento promedio, la tasa de interés es más estable, que no hay volatilidad cambiaria, entonces se preocupa más por la política en la Argentina porque influyen mucho comparado con lo que puede pasar en otro país de la región.
- Precisamente en el plano electoral hoy se debate un posible escenario de polarización con la posible reelección de Mauricio Macri y la chance de pelear por un nuevo mandato de Cristina Fernández de Kirchner. Hay quienes creen que son dos candidatos muy desgastados y el electorado decidiría votar a uno para no votar al otro. ¿Ese es un escenario complicado?
- Sí, porque además da la sensación que si el escenario fuera ese, es que como cuatro años después estamos discutiendo lo mismo que cuatro años antes. Que en cuatro años no hemos evolucionado en la discusión política y vamos a discutir lo mismo. Hubiera sido bueno que en estos cuatro años se hubieran corregido cosas y tuviéramos proyectos superadores por los dos lados. El mundo está discutiendo problemas nuevos y avanza vertiginosamente, en tecnología, en la contextura de los mercados internacionales… Da la sensación que la agenda debería ser más para adelante que para atrás… Si los dos candidatos fuesen Cristina y Macri es como que se repite la discusión de hace cuatro años. Hubiera sido mejor estar discutiendo cosas más modernizadas.
- ¿Pero tenemos una dirigencia política que pueda discutir aspectos de la política mas modernizados?
- Creo que en Argentina somos responsables todos. La dirigencia política es una consecuencia de cómo somos. Argentina tiene problemas hace décadas y le cuesta corregirlos. Porque hay impericia política, porque la sociedad es muy reacia a los cambios, porque hay muchos intereses que no están de acuerdo con la modernización del país… entonces creo que hay una discusión política que atrasa, en la que hay parte de responsabilidad de la dirigencia política, pero también de todas las demás dirigencias: la económica, la moral religiosa, la formadora de valores, la sindical, los factores de poder. Me parece que somos responsables todos. No veo que la Argentina sea una sociedad que haya formado polos de modernidad y que esos polos de modernidad estén en contraposición con polos de atraso. Hemos mejorado, despacito vamos evolucionando, no creo que estemos en un escenario negativo absolutamente, pero la evolución es más lenta de lo que quisiéramos y en esto somos responsables todos.
Mercedes
- ¿Te vinculás con Mercedes? ¿cómo ves la ciudad? ¿Cómo analizás como se manifiesta en términos electorales?… muchas preguntas juntas.
- El mercedino es un ciudadano que tiene criterio y toma decisiones con autonomía. Mi relación con Mercedes es la de un vecino que vive acá pero trabaja en Buenos Aires, por lo tanto al no tener actividad laboral, ni mucha actividad social, estoy en la ciudad porque mi casa está en Mercedes. Soy más un transeúnte que alguien que ve cómo puede estar evolucionando en su economía, en lo social, en lo público… Mercedes de todos modos tiene algunos aspectos de evolución sobretodo geográfico, se extiende la ciudad. Mantiene algunas cuestiones tradicionales que como vecino para mí son buenas, acá se vive mucho más tranquilo que en la locura de Buenos Aires… Como decimos de la Argentina, en algunas cosas mejora y en otras está estancada. Creo que Mercedes como el país tiene un potencial para evolucionar más. Si uno le reclama algo a la Argentina es que tiene potencial para ser mucho más de lo que es. Por eso algunas veces nos quejamos. En función de potencial creo que se puede aspirar a más.
- Te alejaste de la política decías, aunque difícilmente pueda creerse que hayas perdido interés en la política…
- Yo no tengo más actividad político partidaria. No está en mi vocación hoy. Estoy involucrado en mi actividad de asesor económico. Ahora mi actividad de consultor y analista económico me obliga a tener mucha información sobre la evolución económica, pero también sobre la evolución institucional y política. De hecho muchas empresas me piden análisis y prospectiva económica, pero también política… porque la política influye mucho en los negocios. Tengo mucho contacto personal con funcionarios, porque soy consultado por funcionarios del Gobierno nacional y provincial, y de otras provincias. Así que sigo muy de cerca la política pero como un observador, un analista, un consultor más que como un protagonista.