Confirman que el número de estorninos se multiplicó en miles en este año. La presencia de golondrinas también muestra aspectos diferentes. Mientras se espera el avance en el convenio con la Universidad de La Plata, el vecino Gustavo Bojorge entregó al municipio un nuevo informe.
“Podrán cortar todos los árboles, pero no podrán detener a los estorninos. Ni a las golondrinas, sus flamantes aliadas a la hora de provocar trastornos en la vida urbana. Extremadamente adaptables en materia de hábitat y alimentación, sin predadores naturales de cuidado ni enfermedades que las puedan diezmar, estas especies seguirán poniendo los pelos de punta a vecinos y comerciantes” . Estas líneas aparecieron publicadas dentro de un artículo de un diario de la ciudad de La Plata, en clara alusión a la presencia masiva de aves en la temporada actual.
Lo que ocurre en la capital bonaerense tiene su correlato en Mercedes. En los últimos años, la presencia de estos dos tipos de ave han provocado un fuerte impacto en la vida cotidiana de los mercedinos. Caminar por la tarde por varias de las calles céntricas es casi imposible, si es que no se quiere sufrir la caída del guano de golondrinas y estorninos. Ni que hablar de poder dejar el auto estacionado en horas del atardecer.
Lo cierto es que el verano llegó y la presencia de estas especies de aves se ha multiplicado en gran número con relación al verano pasado. Eso fue confirmado por el propio Gustavo Bojorge, vecino de nuestra ciudad que tiene conocimientos sobre el tema y quien incluso fue nexo entre autoridades municipales y la Universidad de La Plata para que se pueda actuar y en el correr del tiempo, poder mitigar la realidad actual.
“Lo dijimos hace mucho tiempo, estas aves llegaron para quedarse” enfatizó Bojorge en el diálogo con nuestro cronista explicando que en el trabajo que se comenzó con la Universidad de La Plata se ha avanzado y que hoy tal vez se trata de avanzar en el tema burocrático del convenio que se ha firmado con el municipio. “Eso es quizás lo que demora los trabajos, pero es una cuestión inevitable. De todas maneras ellos estuvieron aquí, financiándose ellos mismos, han venido y hecho una primera evaluación” dijo Bojorge.
Lo cierto es que ante ese atraso en el convenio, el vecino de Mercedes decidió seguir adelante en forma personal y la semana pasada elevó a las autoridades municipales un informe teniendo en cuenta que “la situación está un poco complicada”. Precisó que parece ser “un año totalmente atípico” explicó, precisando que en el informe se dan detalles de lo que está pasando en este verano.
En cuanto a lo que está ocurriendo en este año, Bojorge fue claro: “Los estorninos se han presentado este año en un grupo numerosísimo, mucho más grande que el año pasado, pero estamos hablando en miles de estorninos. El año pasado aparecieron unos cientos que estuvieron un lapso medianamente corto, pero este año están de manera permanente… en cuanto a las golondrinas han llegado nuevos grupos que estamos analizando sus actitudes…”.
El vecino está llevando adelante un relevamiento constante de la problemática, incluso dilucidando qué tipo de golondrinas son las que están manteniendo presencia en la ciudad y en qué lugares se instalan, que en gran parte del día están en las afueras del centro.
En cuanto al porqué de estas presencias en crecimiento, Bojorge sostuvo que en el caso de los estorninos es porque es una especie que se está expandiendo en nuestro país. “Sabemos que es un ave europea que fue introducida por los años 90… fueron avanzando y a Mercedes llegaron hace unos dos o tres años, y como bandada, recién el año pasado” sostuvo.
Crear un hábitat
Pensando en encontrar una solución al inconveniente que se genera, Bojorge dijo que habrá que ver si es posible generar un hábitat atractivo para este tipo de aves pero que esté en un lugar donde no moleste o genere los problemas de hoy. “Esto es un análisis que está muy en pañales, pero posiblemente se trate de la colocación de lo que se denominan perchas con cables, alambres, para que se puedan parar, iluminados… yo también, de las observaciones que he hecho, surge que los estorninos prefieren la luz amarilla y las golondrinas prefieren la luz blanca, por lo que en base a esto también se debe trabajar” enfatizó el vecino con conocimiento en el tema, aunque aclaró que son observaciones personales y todo está a confirmar.
“A las aves no las vamos a poder sacar y a eso lo dije desde un primer momento, y va a ser un proceso largo, pero sí tratar de buscar un lugar, que sea atractivo y donde no molesten” concluyó Bojorge.