La información estaba en ciernes al momento que el ministro de Justicia de la provincia recorría algunos puntos de la ciudad de Mercedes, entre ellos la Unidad Penal 5, donde la cantidad de reclusos está excedida de manera considerable respecto a su capacidad de alojamiento. “Las cárceles de Buenos Aires están superpobladas, no entra ni un preso más”, decía la información que empezó a circular por esas horas. No obstante, el Dr. Ferrari, si bien habló en la conferencia del tema superpoblación y de qué manera poder mitigar esta situación, no hizo referencia en Mercedes del plan de prisión domiciliaria que algunos medios dieron a conocer. La intención, según trascendidos periodísticos, es que la Justicia otorgue el beneficio de la prisión domiciliaria a los 1.421 reclusos que por ley podrían estar en sus casas con tobillera electrónica. En paralelo, hay un operativo para devolver a sus países de origen a los extranjeros que cumplieron más de la mitad de la condena y que también les corresponde ser deportados. En los penales de Buenos Aires hay lugar para alojar a 28 mil detenidos, y actualmente hay 41.267 personas presas. El ministro Gustavo Ferrari explicó a medios nacionales que entregarán a la Justicia un informe con la clasificación por tipo de delito de los reclusos. Luego, será tarea de cada juez decidir en cada caso particular si le corresponde o no acceder al beneficio. El funcionario remarcó que muchos reclusos están en las cárceles cuando por ley les correspondería la prisión domiciliaria, como es el caso de los enfermos terminales, mayores de 70 años, embarazadas y madres con hijos menores de cinco años según el Código Penal.